sábado, 9 de enero de 2010


PARECE QUE EL CINE DE ANIMACIÓN ESPAÑOL INICIA UNA NUEVA ETAPA





Parece que con Planet 51 la animación española ganará impulso internacional. La película ha tenido una gran aceptación entre el público americano y también entre otros públicos internacionales. En España también está arrasando. Leed este artículo que habla sobre el carácter revolucionario de este film.

Planet 51. La esperanza patria

Independientemente del éxito de crítica y público que coseche esta película, no hay duda de que nos encontramos ante uno de los hitos más importantes del cine español ya que comparte con Ágora el honor de ser la película más cara de la historia de nuestro cine: sus 40 millones de € de presupuesto dejan en ridículo a los cerca de 20 que costó la anterior superproducción patria: Alatriste.

Aunque no está siendo el taquillazo que todos deseábamos que fuera, de momento ha recuperado casi toda su inversión inicial gracias a una más que respetable taquilla mundial. Si a esto le sumamos lo que gane de aquí al final de Navidades más los beneficios de la venta de merchandising, podemos decir que ha sido una buena inversión.

Los críticos están siendo bastante duros, en especial (cómo no) los españoles. La han tildado de simple, irrelevante, simplona y aburrida. Vale, no es la octava maravilla y está muy lejos del nivel de Pixar pero, para ser la primera película del estudio, está más que bien…

Una premisa tan sencilla como original

Lem es un chico bastante normal y tímido que acaba de conseguir el trabajo de su vida: un puesto en el observatorio. Gracias a esta gran noticia se siente por fin con fuerzas para confesarle sus sentimientos a la guapa Neera. Todo parece ir a la perfección hasta que un extraño artefacto aterriza en el jardín..

El objeto no es ni más que menos que el módulo orbital del astronauta terrícola Chuck. Con más ego que un rockero, ha llegado a Planet 51 con la idea de explorar un planeta en teoría inhóspito. Al igual que los de Lem, sus planes se tuercen al descubrir que el pequeño mundo, lejos de estar deshabitado, se parece demasiado a la norteamérica de los años 50.

Un guión que se desinfla por momentos.

Con lo que habéis leído os podéis hacer una idea de hacia donde gira el resto de la historia. Chuck será considerado como la vanguardia de un ataque alienígena a escala global por lo que el ejército se hará con el control de la nave. Por su lado el buen corazón de Lem hará que se meta, junto a sus esperpénticos amigos, en mil y un problemas para ayudar a Chuck a regresar a la Tierra…

En este sentido la historia, a pesar de su genial premisa, se desarrolla de forma muy poco original. No hay muchos momentos realmente sorprendentes ni nada inesperado. Todo sucede tal y como te imaginas que va a suceder por lo que, lo que al principio es una película original, al poco se convierte en la típica sucesión de carreras y golpes tan común del cine “para toda la familia”.

Y ese es el mayor problema de Planet 51: la “chispa” de los primeros compases se pierde muy pronto. A pesar de algunos chistes realmente buenos, son muy pocos los momentos que se quedarán grabados en vuestra mente. Hace mucho que no la veo pero aún recuerdo perfectamente los primeros cuarenta minutos de WALL*E. Sin embargo, apenas si recuerdo escenas sueltas de Planet 51.

Y es una pena ya que, aunque en ningún momento se hace aburrida, muchas veces tendréis la sensación de que la idea y el fantástico universo en el que se ambienta está desaprovechada.

Quizás el problema esté en que muchos de los personajes no “funcionen” del todo bien. Se ha intentado dotar de personalidad y carisma a todos pero, salvo el genial Rover (el mejor con diferencia), la mayoría no tienen la gracia que se les presupone. Ni el intrépido y chulo Chuck es tan intrépido y chulo como se le pinta, ni los amigos de Lem son tan graciosos como deberían.

Planet 51. Un mundo muy vivo

Si bien la historia no es tan original como nos gustaría ni muchos de los personajes acaban de funcionar, el contexto en el que se desarrolla, el llamado Planet 51, es sencillamente genial. Y no hablo del apartado técnico que dejaré para el final, sino a lo tremendamente cuidado que está este mundo que parodia y homenajea a la norteamérica de los años 50.No faltará ninguno de los elementos de la cultura y costumbres de esa etapa histórica: las barbacoas en el jardín, el boom de los cómics, la televisión en blanco y negro, el miedo a los extraterrestres, la música, los hippies… todos ellos deformados gracias a la genial visión de su creador, Joe Stillman (guionista de Shrek).

Lo original de la idea radica en trasladar todos estos elementos a un mundo alienígena totalmente diferente a la Tierra. No os quiero desvelar mucho pero para poner un par de ejemplos basta decir que en vez de llover “a cántaros” llueven cántaros o que los perros de raza son muy alienígenas. Son precisamente estos momentos donde la película brilla con luz propia.

Pero a pesar de lo cuidado del universo de Planet 51, lo flojo del guión consigue que volvamos a tener esa sensación de que, con un poco más de esfuerzo, podría haberse hecho mucho mejor. Nos queda el consuelo de que el mundo ha calado en el público ya que la cantidad de productos ambientados en él sobrepasa todo lo visto en España.

Técnicamente impecable

Al igual que pasa con muchos videojuegos de alto presupuesto, lo mejor del producto es su aspecto técnico. Vale que no soy ningún experto en la materia pero, salvando la famosa escena de los globos, no veo nada en Up que no puedan hacer los chicos de Ilion.

Los diseños, la animación, los efectos especiales, todo está a la altura de los más grandes. Y cuando digo más grandes no me refiero a Dreamworks no, me refiero a los, hasta ahora, intocables chicos de Pixar. Quizás estos sean más listos ya que en cada película incluyen una escena hecha para el recuerdo, pero el estudio español se ha quedado muy cerca del nivel de estos genios. Y esto, teniendo en cuenta que es su primera película, es una gran logro.

Un futuro esperanzador

Pero quizás lo mejor de la película es que abre una nueva etapa. España ha demostrado que técnicamente puede situarse en el grupo de cabeza. Sólo hace falta que nuestros directores y guionistas se “rueden” un poco más (bueno, quizás bastante más) para que empiecen a crear obras que deslumbren al mundo.No se cuánto tiempo pasará pero estoy seguro de que antes de lo que creemos las producciones de animación españolas darán mucho que hablar.

Lo mejor

Técnicamente está entre las mejores.Que se haya hecho en España. Todo un logro para nuestra industria.

Lo peor

El guión no está a la altura ni del despliegue técnico ni de su autor.Algunos personajes no acaban de funcionar como debieran.

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